¿Qué pasa con los sueños, cuando ya no somos pequeños?

¿Qué pasa cuando la cruda realidad nos golpea en la cara, pero, aun así, seguimos creyendo?

¿Quién más se siente de vez en cuando medio perdedor, porque hay tantos, hasta más jóvenes logrando lo que nunca has logrado?

Y pasa que, aun así, seguimos soñando, pero estamos frustrados,

frustrados en un mundo en donde el que dirán triunfa antes del que harás.

En donde nos dejamos engañar por las redes sociales y un montón de cosas más.

Duele.

Duele el cuerpo.

Duele el alma.

¿Por qué seguimos aferrados a ese sueño?

¿Qué hacer cuando nos duele, pero aun así lo queremos?

Pues nos toca apreciar, agradecer, ver más allá de los demás

¿Por qué lo quiero, para qué lo quiero y qué puedo hacer para conseguirlo?

Tenemos que entender y aceptar que, en un año no se logra el sueño, pero si podemos lograr cambios significativos en nuestras vidas

Ponte la armadura, fortalécete, aliméntate de la pasión y hasta de los sueños y logros de otros.

Que no te venzan los miedos, que no te venzan las falsas o las grandes expectativas

RECONSTRUIRNOS

Eso es lo que debemos hacer, cuando nos pasa todo lo que nos pasa

Ningún gran líder ha construido su imperio en una semana, ni en un año, ni en 5.

Debemos ver más allá de nuestra verdad, más allá del presente o del futuro cercano.

Aferrarnos a nuestros sueños, sin embargo, saber que a veces hay que cambiar el plan y las estrategias.

Pero si permaneces, te prometo que nos veremos en la cima.

!Sueña y pon la acción!

Con amor,

Ale